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lunes, 5 de septiembre de 2011

Hábitos saludables en los niños y adolescentes


Niños que aprenden hábitos saludables en la alimentación y ejercicio temprano en la vida llevan esos hábitos en la edad adulta. Debido a que los niños aprenden por ejemplo, los padres juegan un papel importante en el desarrollo de hábitos saludables, como evitar el uso de sustancias químicas. Fomentar hábitos saludables en los niños puede guardar desde el desarrollo de las condiciones de salud crónicas más tarde en la vida.

La obesidad, condición médica caracterizada por la presencia de grasa corporal excesivo, es una causa principal de mortalidad, morbilidad y discapacidad. Además de comida saludable, los niños necesitan desarrollar un estilo de vida activo temprano en la vida. Los niños deben ser activos y practicar deportes.

Lamentablemente, cada vez más niños pasan demasiado tiempo frente a la TV, equipo o juegos de video y dedican muy poco tiempo a realizar actividades físicas. Es recomendable que los niños y adolescentes participen en al menos 60 minutos por día de moderada a vigorosa actividad física. Los niños que desarrollan un amor para la actividad física a una edad temprana llevan ese hábito saludable en la edad adulta, mientras que los niños inactivos se convierten en adultos inactivos. Debido a un estilo de vida sedentario aumenta el riesgo de desarrollar afecciones crónicas, es vital que los niños desarrollen este saludable hábito temprano.

Desarrollar hábitos saludables en un niño también puede prevenir la aparición de la diabetes una enfermedad permanente que afecta a muchas personas, de acuerdo. La diabetes ocurre cuando tu cuerpo no puede producir suficiente cantidad de la hormona conocida como la insulina. La obesidad y la inactividad física contribuyen a la aparición de la diabetes de tipo 2, la forma más común de la enfermedad.

El desarrollo de buenos hábitos para comer, hacer ejercicio y dormir es indispensable para criar un adolescente feliz y saludable. Cuando enseñamos buenos hábitos a nuestros hijos a una edad temprana, son fáciles de practicar cuando se convierten en adolescentes. Un estilo de vida saludable es importante para el futuro, así como para el presente, debido a que los adolescentes crecen constantemente, tanto física como mentalmente.

En su crecimiento, los adolescentes deben seguir una dieta saludable, haciendo hincapié en frutas, verduras y granos integrales. También necesitan productos lácteos, preferiblemente con poca o sin grasa, para el crecimiento de los huesos. Una dieta equilibrada que limita el azúcar y la sal contribuye al menor riesgo de sobrepeso. Adolescentes con sobrepeso a menudo enfrentan estigmas sociales, burlas y la intimidación, que pueden afectar su autoestima, también el riesgo de problemas de salud, como enfermedades del corazón.

Es muy importante que los adolescentes realicen ejercicios regulares por lo menos una hora por día, pues esto les proporciona beneficios físicos y mentales. El ejercicio regular hasta puede mejorar los patrones de sueño. Rutinas de fitness también proporcionan una forma eficaz para trabajar sin estrés y aumentar los niveles de energía de los adolescentes, por lo que se sienten mejor dispuestos a aprender en la escuela. Un programa de ejercicios debe incluir actividades aeróbicas como trotar y natación, así como la construcción de ejercicios con pesas o máquinas de resistencias de fuerza.

Cuando los adolescentes aprenden buenos hábitos saludables están más inclinados a seguir poniendo en práctica a medida que envejecen. En lugar de depender de la fuerza de voluntad, creando estos hábitos, hacen lo correcto casi que automáticamente. Adolescentes que comen bien, duermen bien y hacen ejercicios físicos de forma rutinaria llevan una vida saludable en todas las áreas.

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